Posibilidades

Posibilidades hay muchas.

Hay que aprender a aprovecharlas.

Lo que transformamos en nuestro interior.

Es visible al exterior.

Somos constantes en el cambio.

Desde otra perspectiva, el caos también puede tener un orden.
Las desviaciones no tienen que ser caminos perdidos.
Los caminos empedrados no tienen que ser dolorosos.
Las heridas se pueden sanar.

En este mundo tan dolido, amarse es la rebelión.
Es la otra perspectiva. Es el otro camino.

Amar es una posibilidad interminable.

Amar es un proceso infinito.

Sol y Luna

En el universo todo tiene una proyección.
Hay un acá y un allá.
También puede haber un aquí.
Donde nos encontramos los dos.
Tú guías de día.
Yo guío de noche.
Ambos guiamos.

Podemos ser palabra y acción.

Él sale, ella se mete.
Él se esconde, ella sale.
Una danza de arribas y abajos.
Una marea.
Un tú y yo.

Tu piel clara.
Mi piel obscura.
Humanos al final.
Con alma y cuerpo.
Andando.

Tú avanzas. Yo te alcanzo.
Y al revés.
Compenetración.
No es una carrera.

Sol y luna.
Luna y sol.
Opuestos en conexión.
Amantes.

Círculos y ciclos.
Día y noche.
Uno no existe sin el otro.
Su unión es la variable constante.

Diferentes pero iguales.
Somo obscuridad.
Somos luz.
Somos vida.

Reconstrucción

Cuando condenamos nuestros corazones a la obscuridad, el universo nos atacó.
Cuando dejamos de hablarnos y ser sinceros con nosotros, la tierra nos atacó.
Se nublaron los cielos.
Se cayeron los puentes.

Pero las reconstrucciones son posibles.
El sol puede volver a salir.
Hay nuevas formas. Hay nuevos espacios.
Hay túneles, escaleras, pasadizos, desviaciones.

Hay nuevos caminos para llegar a ti.
Hay nuevos caminos para llegar a mí.
Hay nuevos caminos para llegar a nosotros.

Nada es estático. Todo cambia.
Siempre habremos de buscarnos y encontrarnos.

Quiero que sigas descubriendo mi mundo.
Quiero seguir descubriendo el tuyo.
Quiero que inventemos y descubramos uno nuevo.
Uno sólo mío y tuyo. Uno sólo tuyo y mío. Uno sólo de los dos.

Certezas

No hay certeza de nada.
Tan sólo de la impermanencia.
La incertidumbre es nuestro cobijo.

Pero también hay refugio en ese cambio constante.
Porque tenemos la libertad de elegir.
Elegir querernos.
Elegir cuidarnos.
Elegir sanarnos.

El tiempo es como el agua.
Fluye. No se detiene.
No se puede atrapar.
Pero la vida tiene un fin.
La muerte es lo único seguro.

Si bien la paciencia es un acto de amor.
Tiene un límite terrenal.
Hay que dejar fluir. Pero también hay que dar pasos y a veces empujones.
Dejar pasar el tiempo sin acciones es como poner la mano al fuego y quejarse de que quema.

Si va a quemar, que sea para renacer conscientemente. Que queme, que haya incendios.
Pero seamos también agua que apaga.

Caminemos a nuestro tiempo.
Y ayudémonos también a dar el impulso.

Para hacerse escuchar, hay que hablar.
Para hablar, hay que saber.

Así es esto de la incertidumbre.
No se sabe nada. Nada es seguro.
Más que la libertad de querernos juntos.

(O la libertad de irse, pero irse bien y no dejarnos a medias, a medio decir, a medio querer, a medio partir, a medio morir)

Así es esto de la incertidumbre.
Todo cambia. Somos constante.
Si queremos transitar en el cambio.
Navegar las mareas.
Andar los caminos.

No prometas nada.
Sólo hazlo.
Ser valiente no es no tener miedo.
Es hacerle frente.
La puerta está abierta.

Entremos a lo incierto.
Para hacernos certeros.

Cactus

Las espinas de un cactus son hojas que se han modificado para no perder tanta agua. Son una forma de adaptación, de protección.

Hay fauna que crea una simbiosis con un cactus, no se espinan. Se posan sobre ellos de manera placentera. Incluso hacen su hogar dentro de ellos. También hay hogares en donde los territorios parecen complejos.

La vida es sabia. El agua es sabia. Donde no llueve mucho, se guarda el agua. Se enreda en esas espinas y se desenreda con aquellos seres que saben acercarse a ellas.

Hay seres que no se espinan con un cactus. Más bien crecen en y con ellos. Florecen.

Deseos

Quiero que seamos el lugar seguro y tranquilo del otro.
Donde nos desnudemos sin temor, donde nos recojamos con calma.
Donde confrontemos nuestra obscuridad, solos y en pareja.
Donde nos podamos abrir pero también resguardarnos.
Donde queramos enfrentar el miedo.
Donde seamos sinceros.
Donde seamos dueños de nuestros aciertos y desatinos.
Donde construyamos puentes para alcanzarnos.
Donde nuestras palabras nos sacudan pero también nos alienten.
Donde podamos ser y crecer.

Ser y hacer

La palabra es intención.
Sale de la boca y ya crea una realidad.
Cuéntame de ti. Quizá comienza por lo que te duele más. Ahí donde está ese espíritu que quiere sanar. Te voy a seguir contando de mí.
Quiero que nos cuidemos.
Quiero que cultivemos abrazos.
Quiero que cosechemos risas.
Quiero que sembremos paciencia.
Quiero que recojamos ternura.
Quiero que nos veamos.
Quiero que nos hablemos.

Los hechos son acción.
Salen de nuestros cuerpos y se manifiestan en la realidad creada.
Dejémonos actuar. Ser acción. Transmutar la intención.
Dejémonos ser, crecer, querer.
Hagamos de nuestro lenguaje el acto de amor que queremos.
Tomemos nuestras almas, con sus blancos y sus negros.
Creamos en nosotros, con las subidas y bajadas.
Hagamos nuestro lugar seguro, un hogar.

Seamos sueño y realidad.

Hagamos sueños y realidades.

Creamos en nuestra decisión.

Nos quiero

Te presentaste tan fuerte, que creo que no alcancé a dimensionar el tamaño de tus heridas. Escuché tus palabras, me pediste que te creyera. Te creo, te creí, te quise creer. Creo que subestimé tu dolor. ¿Quizá tú también?
Me hubieras contado de tus miedos. Dijiste que los tenías. Lamento no haber preguntado más a fondo sobre ellos. Cada palabra de amor hacia mí, me hicieron creer que el valor de enfrentarlos estaba ahí.

Discúlpame por no haber tenido más fuerza para ser aún más tierna. Para abrazarte más fuerte. Para tomarte más de la mano. Para hacerte saber más veces que estoy a tu lado. Para demostrarte que te tomo así, todo, con esos vacíos y grietas. Para enseñarte más que juntos encontramos y hacemos camino, con nuestro lenguaje.

Discúlpame. A veces así es la vida, prueba y error. Somos inexpertos. Lo único que se debe intentar evitar, es el dolor ocasionado conscientemente al otro. El hubiera no existe. Uno nunca deja de aprender.
Ya sabes que yo estoy dispuesta a nosotros. Sólo que esto es de dos. Nos quiero.

Addendum: aunque me disculpo por los momentos que no fueron fáciles, entendí que aunque yo quisiera abrazarte, no es mi responsabilidad hacer todo el trabajo. Y tú no trabajaste en equipo, sólo me mentiste y me usaste. Así era difícil ser más tierna o más paciente, con tu inconsistencia, ambivalencia y egoísmo. Yo intentaba encontrar el punto medio mientras me conformaba con menos de lo que sé que quiero y merezco porque eso doy de vuelta. Y tú sólo tomabas y tomabas y te molestabas al haber una contra voz. No me voy a disculpar ya por haberte pedido un mejor trato. Me disculpo a mí por haber intentado quererte tanto cuando me estabas lastimando.